Tener un salón de té en casa es como tener un pequeño mundo fuera de ella, ya que esta pequeña estancia nos va a permitir contar con un ambiente de absoluta tranquilidad y relajo, alejado del resto de la casa.
Es el sitio ideal para departir con nuestros invitados más queridos y se convierte en la excusa perfecta para reunirte por lo menos un día a la semana con ellos.Durante el siglo XVIII, debido al excesivo costo del té en Inglaterra durante la Primera Revolución Industrial, se llegó a considerar un verdadero lujo el poder consumir esta bebida, por ello a través de los años, la imagen de suntuosidad, en cierta forma, se apoderó de esta tradicional infusión.
Hoy en día, contar con un salón de té en casa no es nada del otro mundo, solamente hay que tener la visión adecuada para saber dónde ubicarlo. No es necesario contar con un gran espacio, ni tampoco que se establezca en toda una habitación, pues éste fácilmente se puede ubicar al extremo de una de ellas teniendo en cuenta la decoración y ambientación necesaria para que la personalice.
Como ya dijimos anteriormente, es importante que se halle en un lugar tranquilo del hogar y que le dé el aire de relax a los momentos de reunión en él. La decoración debe demarcar los espacios, es decir, que aún cuando se halle dentro de una habitación -como la sala, el comedor, la cocina, el jardín o el patio-, el salón de té se muestre como algo independiente. Los elementos para su decoración dependerán de sus gustos particulares –recuerde que es su propio espacio- y no olvide de hacerlo tan acogedor que sea todo un placer ir a visitar su hogar.
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