Agenda Mujer
Siempre que quieren hablar de madres en la televisión muestran mujeres con chicos en los brazos, sonrientes, dulces, cariñosas, sin una pizca de cansancio, espléndidamente maquilladas y a eso agregan maravillosas frases de posters.
¡¡Mentiras!!!
Las mamás no somos abnegadas amantes del sacrifico y aguerridas guerreras que todo lo pueden.
Las mamás lloramos abrazadas a la almohada cuando nadie nos ve. Cuando les decimos que no se peleen con ese compañerito que les dice cosas feas y les damos toda clase de explicaciones conciliatorias, pero en realidad querríamos tener el cogote del pequeño verdugo entre nuestras manos, porque sabemos que les duele y no podemos estar para defenderlos y lo peor de todo es que no lo podemos decir. No es que nos encante pasarnos horas en la cocina tratando de que el pescado no tenga gusto a pescado y disimulando las verduras en toda clase de brebajes, en lugar de tirar una hamburguesa a la plancha....
Es que tenemos miedo de que no crezcan como se debe. No es que los queramos más cuando se bañan....
Es que no queremos que nadie les diga desaseados. No lo hacemos por Uds. Lo hacemos por nosotras.
Porque ser mamá no tiene que ver con embarazos, pañales y sonrisas colgate. Tiene que ver con querer a alguien más que a una misma.
Con ser capaz de cualquier cosa con tal de que ustedes no sufran.
NADA, nunca, jamás.
Ustedes nos hacen felices.... cuando les encantan nuestras comidas, cuando nos consideran sabias por contestar todas las preguntas de los concursos de la tele.
Cuando vienen llorando a gritos porque se rasparon la rodilla y nos dan la posibilidad de darles consuelo y un parche curitas de princesa o de superhéroe.
Cuando recién levantadas nos dicen, qué linda que estás, mamá. Ustedes nos hacen mejores. Nos dan ganas y fuerzas.
Nos comeríamos un antihéroe o a Robie Rotem crudo antes de que les toque un dedito del pie.
Nos lavamos la cara y salimos del baño con una sonrisa de oreja a oreja para hacerles saber que la vida es buena, aunque en el trabajo tengamos mil problemas... Cantamos las canciones de Justin Bieber, Hannah Montana o Jonas Brothers y vemos Disney Channel, calle 7, Yingo y escuchamos a Mazapán, canciones de Lazy Town, High School Musical y compramos launol aunque nos de vergüenza para hacerle rápidamente tratamiento a toda una familia y repasamos 500 veces las tareas escolares, preparamos las disertaciones y arreglamos hasta el auto para llevar a los niños a deporte, a inglés, a dibujo, a la psicóloga, a básquet, a vóley, a danzas, a ballet, a la casa de la amiga, a la maestra particular, al dentista, al médico, a un parque, simplemente de shopping…Y armamos 24 bolsitas con caramelos, animalitos, pulseritas, autitos y anillos con súper poderes y tratamos de que la torta sea el sueño de esa caricatura de moda, que muchas veces nos quita tiempo y dedicación de ustedes y nos buscamos otro trabajo y sacamos créditos y nos compramos libros que nos enseñen a ser mejores mamás y vamos al doctor para preguntar que cosas les hacen bien y cuales maly al pediatra y a los videos y negociamos con los maestros y los acreedores y recortamos figuritas y estudiamos junto a ustedes los contenidos que sean y nos ponemos lindas y nos enojamos y nos reímos y nos salimos de quicio y nos convertimos en la bruja y la princesa de todos los cuentos... Sólo y exclusivamente para verlos felices, y nos regalen el mayor de los tesoros para nosotras…
Una simple pero maravillosa sonrisa.
VERLOS FELICES ES LO QUE NOS HACE FELICES.
Ojalá pudiéramos pegar el mundo con cinta scotch solo si resulta un mejor lugar para ustedes (como lo hice con el candelabro con las velas de la mesa de la entrada de la casa que se arruinó con la última vez que jugaste a la pelota dentro de casa)
GRACIAS POR HACERME SU MAMÁ.
GRACIAS POR HACERME TAN IMPORTANTE.
Gracias, por esos regalos que hacen en el colegio con corchito, palitos de helado, plasticina, conitos de cartón y fideos (que casi nunca entiendo para que sirven pero guardo religiosamente, como los dibujitos que llevo a la oficina para sentirlos más cerca de mi).
Gracias por los abrazos, los besos, las lágrimas, los dolores, los dientes de leche, las cartitas, los dibujos en el refri y en el televisor, sin olvidar la puerta y la muralla que también han servido de papel. Por tantas noches sin dormir, las comunicaciones, las plantas rotas del jardín por jugar a la pelota o por dejar la bici sobre ellas,por mi maquillaje arruinado por ser usado para jugar a la mamá, por los frascos de perfume vacíos, por las fotos del primer día de clases, por nuestra foto esa que nos hacemos cariño y jugamos a las cosquillas, esas que no sacamos solo tu y yo... Eres lejos mi mejor medalla.
Gracias porque LOS AMO.
Y ese, es el amor que me hace grande y fuerte.
Mi mayor tesoro eres tu… Lo que más amo en la vida y tú lo sabes… Porque eres una hija o hijo del amor un regalo que Dios me dio, porque por ti espere desde que era pequeña y jugaba a las muñecas pensando que algún día tu me harías mamá… eres maravillosa(o) y mis más grande orgullo y es verdad me comería al mostruo de tus pesadillas para que durmieras tranquila(o). Te amo hija(o) de mi vida, mi cosita hermosa, pedacito de cielo.
Paula, la amita, mita
Esta carta fue escrita por Isabel Allende, yo la adapté para mis tres hijos: Ma. Ignacia, Maca y Coté
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